Conducción nocturna y situaciones adversas

CONDUCCIÓN NOCTURNA: GENERALIDADES

La conducción nocturna o durante el crepúsculo es más peligrosa que la diurna en caso de accidente. La visión humana en la oscuridad pierde resolución de espacio, tiempo, color y contraste, lo que provoca que parezca que se circula a velocidad menor de la que realmente se lleva. La conducción nocturna produce fatiga visual. Para ver bien durante la noche es necesario:

o Tener una buena capacidad visual.

o Tener una buena visibilidad (parabrisas, ventanillas…).

o Disponer de una buena iluminación.

Hay que adecuar la velocidad para poder detener el vehículo dentro de la zona iluminada. Para ser vistos por los demás usuarios es necesario:

o No conviene retrasar el encendido del alumbrado en el crepúsculo de la tarde ni anticipar su apagado en el crepúsculo de la mañana.

o Cuidar que todos los sistemas de señalización óptica y catadióptricos o dispositivos reflectantes se encuentren limpios y en buen estado.

o Encender la señalización de posición cuando proceda.

o Encender la señal de emergencia, cuando proceda.

o Colocar los triángulos de preseñalización de peligro cuando y donde proceda.

Se está obligado a circular a la velocidad que le permita percibir bien los obstáculos y peligros, tener tiempo y espacio suficiente para reaccionar y poder dominar y detener el vehículo dentro de la zona iluminada. Para circular durante la noche con una cierta seguridad es necesario disponer de una buena capacidad visual, un buen alumbramiento y la mayor limpieza posible en todos los cristales. La vista del conductor durante la conducción nocturna se ve afectada de manera importante en varias fases del proceso de información o recogida de datos. Estas fases son las siguientes:

o Detección. Conocer que hay algo.

o Identificación. Recopilación de datos sobre ese “algo” para su reconocimiento.

o Decisión. El conductor elige una respuesta o adopta una postura.

o Respuesta. El cerebro emite órdenes oportunas a los músculos para que ejecuten la acción decidida.

Para poder detectar es preciso una buena visión y atención. Para la identificación es preciso, además, disponer del tiempo necesario para almacenar y procesar la información captada. La decisión es prácticamente inmediata, pero no así la respuesta, que requiere su tiempo, el tiempo de respuesta. El tiempo que precisa una persona para responder es de entre 0,5 y 0,75 segundos en accionar el pedal de freno durante las pruebas de laboratorio. En las pruebas realizadas en situaciones reales, el tiempo de respuesta oscila entre 1 y 2 segundos. La agudeza visual depende, entre otros factores de:

o De la agudeza de iluminación baja.

o De la agudeza bajo contraste.

o De la susceptibilidad al deslumbramiento.

o De la recuperación ante el deslumbramiento.

El ojo trabaja en el más alto nivel de sensibilidad durante el día y tiene capacidad para distinguir diferencias. Durante la noche sólo queda el contraste del brillo (luz). Los peatones que circulan con la vista adaptada a una cierta oscuridad, apreciando pequeñas variaciones de contraste, creen ser vistos por los conductores al doble de la distancia de la que realmente son detectados. Dentro de los colores, la mayor sensibilidad del ojo corresponde a las longitudes de onda de los colores amarillo-verde del espectro, y decrece a medida que se desplaza hacia el rojo y hacia el violeta. El color verde es que produce mejor visión. La percepción del rojo es la primera en comenzar a fatigarse. El color queda definido por el tono (longitudinal de onda), la intensidad (factor de luminancia) y la saturación (factor de pureza). Estas características constituyen la cromaticidad de un objeto y su medida colorimétrica.

PRECAUCIONES PREVIAS A ADOPTAR POR EL CONDUCTOR

1.- Planificación del viaje.

2.- Vigilancia especial del alumbrado.

3.-Cuidado y limpieza de los cristales y las tulipas.

4.- No debe olvidarse tampoco la revisión de los sistemas de señalización óptica y de los catadióptricos.

5.- El vehículo ha de tener todas las luces reglamentarias y sólo las reglamentarias.

6.- Las placas de matrícula retrorreflectantes, así como las demás placas y señales retrorreflectantes deben encontrarse limpias.

RIESGOS PREVISIBLES EN LA CIRCULACIÓN Y FORMA DE COMBATIRLOS

FALTA DE VISIBILIDAD SUFICIENTE

Hay que adecuar la velocidad de tal manera que permita frenar y detener el vehículo dentro del espacio iluminado por el alumbrado que en ese momento se utilice.

EL DESLUMBRAMIENTO Y ADAPTACIÓN POSTERIOR DEL OJO

Ante el deslumbramiento se disminuirá la velocidad hasta llegar a la detención si fuera necesario.

LA LLAMADA HÍPNOSIS DE LA CARRETERA

Puede producirse con mayor facilidad durante la noche que durante el día, precisamente por la dificultad de ver los contornos con nitidez y la posible aparición de manchas oscuras o sombras móviles, originadas precisamente por la movilidad de los haces luminosos de los vehículos. No es conveniente dejar la vista fija en un punto, o el conductor quedará atraído por la luz de sus propios proyectores.

IMPORTANCIA DE LAS LUCES

Recordar cómo son las luces y dispositivos de los vehículos será extremadamente útil en circulación nocturna. No olvidar sin embargo, que darán poca información sobre la velocidad y distancia. El alumbrado de mayores prestaciones es el alumbrado de carretera o de largo alcance. Hay que recordar que:

o Si dos vehículos se cruzan en una curva cerrada, el conductor que se encuentra la curva a su derecha, ha de ser el primero en poner el alumbrado de cruce, porque el haz luminoso va barriendo la calzada a medida que gira el vehículo e incidiendo directamente sobre la vista del conductor del vehículo que circula en sentido contrario, mientras que el conductor que encuentra la curva a su izquierda puede retrasar la sustitución del alumbrado de carretera por el de cruce, porque el haz luminoso se sale fuera de la calzada, va iluminando el borde derecho de la misma a medida que va girando el vehículo y tarda más en incidir directamente sobre la vista del conductor que circula en sentido contrario.

o Además no se mantendrá el pie en el freno si se está detenido (excepto con niebla u otras circunstancias análogas) colaborará a no molestar a los demás.

EL ADELANTAMIENTO DURANTE LA NOCHE

Para mejorar la visibilidad y realizar con más seguridad el adelantamiento durante la noche, los conductores implicados han de tener en cuenta:

El conductor del vehículo adelantado debe facilitar el adelantamiento no cambiando siempre que sea posible, el alumbrado de carretera por el de cruce hasta que ambos vehículos se encuentren en posición paralela.

EL conductor del vehículo que adelanta debe restablecer, si es posible, el alumbrado de carretera tan pronto aprecie que no puede deslumbrar por el espejo retrovisor al conductor del vehículo que está adelantando, que será cuando los proyectores de su vehículo hayan rebasado la posición del retrovisor de aquél.

LA CONDUCCIÓN EN VÍAS URBANAS

Según el artículo 101,1 del Reglamento General de Circulación, todo vehículo de motor que circule entre la puesta y la salida del sol por vías urbanas suficientemente iluminadas, llevará encendido, además de las luces de posición, el alumbrado de corto alcance o de cruce.

LA CONDUCCIÓN EN CONDICIONES METEOROLÓGICAS O AMBIENTALES ADVERSAS

LA NIEBLA

La niebla son pequeñísimas gotas de agua en suspensión, que disminuyen notablemente la visión. La luz, al atravesar el agua, se ve amortiguada en su paso (refracción) y, además, se producen unos reflejos o aureola de luz (reflexión) que también dificulta la visión, al incidir en las pupilas del conductor los rayos luminosos de sus propios proyectores. Los efectos que produce la niebla en la conducción son:

o Reduce la visibilidad

o Reduce la adherencia.

o Se producen errores en la percepción visual.

o Aumenta la fatiga visual y el nivel de alerta disminuye.

Las medidas a adoptar por el conductor para mejorar la visibilidad en caso de niebla, entre otras, son:

o Utilizar de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 106,2 del Reglamento General de Circulación, la luz antiniebla delantera o la luz de corto o largo alcance.

o Normalmente se utilizará la luz de cruce o de corto alcance que es la que mejor y más permite ver y porque las luces de cruce, al proyectar directamente la luz hacia el suelo, penetran mejor las gotas de agua y se ve más y mejor.

o Aunque, como antes se ha indicado, reglamentariamente está permitido utilizar la luz de carretera o de largo alcance, no conviene utilizarla. No sólo, las gotas de agua, no se dejan penetrar, sino que reflejan la luz como si de un espejo se tratara.

o Si el vehículo dispone de ella, se puede utilizar la luz antiniebla delantera que puede utilizarse sola o simultáneamente con la luz de corto alcance o, incluso, con la de largo alcance. Estas luces al estar colocadas más bajas que las otras y por su especial tallado de sus cristales, de forma que permiten concentrar los rayos luminosos en capas para mejor atravesar las gotas de agua en suspensión, penetran eficazmente en la niebla, iluminan una zona de mayor amplitud (hacia los lados) para que los márgenes de la vía sirvan de referencia al conductor y aumenten la visibilidad.

o La luz antiniebla trasera, cuya misión es hacer el vehículo más visible por detrás en caso de niebla densa. La luz antiniebla trasera únicamente está permitido utilizarla en condiciones extremas de falta de visibilidad.

Las medidas a adoptar por el conductor para mejorar la adherencia son, entre otras, la de mantener siempre los neumáticos en buen estado. Y las medidas a adoptar por el conductor para mejorar la seguridad son, además de las anteriores citadas, estas:

o Aumentar la distancia o intervalo de seguridad con el vehículo que precede.

o Reducir la velocidad.

o No adelantar.

o Prestar especial atención a las marcas viales.

LA LLUVIA

Hay que tomar mas precauciones al caer las primeras gotas, ya que al mezclarse el agua con el polvo, la grasa y otros, se produce un barrillo que convierte el firme (sobre todo cuando lleva mucho tiempo sin llover) hasta que la calzada se limpia, en sumamente deslizante. Después, al quedar la calzada cubierta de una capa de agua, es también deslizante. En la lluvia, las gotas de agua no están en suspensión al ser mayores, y la falta de visibilidad dependerá de la intensidad de la misma. También hay que contar con los reflejos producidos y el constante venir de esos puntos luminosos que son las gotas de agua. Las medidas a adoptar por el conductor para mejorar la adherencia son:

o Mantener los neumáticos en buen estado.

o Comprobar durante la marcha si los frenos responden.

o Hay que aumentar la distancia de seguridad con el vehículo precedente, frenar con más antelación que en condiciones normales, porque la distancia de frenado aumenta al doble.

o Frenar de manera suave y progresiva, no bruscamente, para que no se bloqueen las ruedas.

o Reducir la velocidad

o Cuidado cuando la lluvia es muy intensa o llueve durante mucho tiempo se pueden formar charcos inesperados y con cierta profundidad, siendo los neumáticos incapaces de evacuar el agua y formándose delante de ellos una ola, que será mayor cuanto mayor sea la sección del neumático, soportando también una mayor presión y perdiendo mas fácilmente la adherencia. Para paliarlo, los neumáticos deben disponer de mas canales o ser mayores, para poder evacuar el agua, que puede ser de 5 a 10 l/s. Hay que evitar pasar sobre los charcos, bien dejándolos entre las ruedas o a un lado siempre que sea posible y no se cree peligro:

- Si el charco se aborda con todas las ruedas, se sentirá una retención y después una perdida de adherencia o flotación de los neumáticos.

- Si se aborda solo con las ruedas de un lado, se sentirá un tirón hacia el lado del charco y luego una desviación hacia el lado contrario si se produce el aquaplaning y si en este momento se da un volantazo para corregir la trayectoria, unido a la falta de adherencia, se puede producir un accidente. Por ello es necesario reducir la velocidad para afrontar un charco, para no perder la estabilidad y no salpicar a los peatones que, además de una falta grave de educación, es una infracción sancionable.

o Cuando llueve torrencialmente y ninguna medida anterior es suficiente, hay que inmovilizar el vehículo en lugar permitido y seguro hasta que disminuya la intensidad de la lluvia. Con lluvia, todos los cristales del vehículo se empañan por su parte interior (faros, retrovisores, luneta, etc.), lo cual reduce aun más la visibilidad.

Aquaplaning o hidroplaning: Es cuando los neumáticos pierden la adherencia y contacto con el suelo y se deslizan sobre el agua, como consecuencia de la presión ejercida sobre el acelerador. El conductor pierde el dominio al flotar la dirección y no responder los frenos. Para evitarlo lo mejor es reducir la velocidad para que los neumáticos puedan desalojar bien el agua y las ruedas pisar el terreno, no frenar y acelerar suavemente.

Las medidas a adoptar por el conductor en caso de lluvia intensa son (+ o – lo mismo que con niebla):

- Accionar la luz antiniebla delantera, o de cruce o de carretera (son independientes).

- Accionar la luz antiniebla trasera.

- Mantener limpias las superficies acristaladas del vehículo

- Eliminar el vaho interior con la climatización o en su defecto con una gamuza que se ha de llevar. Puede ser necesario para ello inmovilizar el vehículo en lugar permitido y seguro y además se limpiaran el resto de placas, que aunque no son catadióptricos pero si reflectantes y contribuyen a indicar la presencia del vehículo.

LA NIEVE

Al caer los primeros copos, o con nieve reciente o blanda, pasa igual que con la lluvia. Cuando la nieve se congela o lleva tiempo en la calzada (endurecida y apretada), sus efectos son similares a los del hielo.

Circular por las roderas de otros vehículos tiene la ventaja de una menor resistencia al avance y una mayor facilidad para seguir la trayectoria al ir encauzado. Se puede tener una mayor adherencia si con el paso de los vehículos se ha deshelado o secado esa zona. Se recomienda la conducción con gran suavidad (frenar, acelerar, velocidad, etc.). La presión de los neumáticos no debe variarse, aunque es cierto que puede ayudar quitar un poco de presión para que la deformación suponga una resistencia al avance y así una mayor adherencia. Los vehículos de propulsión son mas difíciles de dominar para el conductor medio y tienen reacciones contrarias según se acelere o no bruscamente, además de una mayor tendencia a bloquear las ruedas motrices y al derrape. Solo en el caso de hielo y nieve, es aconsejable que el conductor desembrague para frenar, siempre y cuando la adherencia sea muy baja.

Se aconseja la relación de marchas mas larga. Las cadenas se pondrán en las 4 ruedas, y de no ser posible, en las motrices, antes del empezar a patinar y con la debida señalización. Si se utilizan neumáticos para la nieve (llevaran la inscripción M+S, MS o M&S) deberán tener una capacidad de velocidad igual o superior a la velocidad máxima del vehículo y nunca inferior a 160 Km. /h si la velocidad máxima del vehículo es superior a esta. Para poder arrancar el vehículo sobre la nieve, el conductor debe:

o Orientar las ruedas en línea recta.

o Arrancar con la marcha más alta posible (2ª) para que la fuerza de tracción de las ruedas se reduzca.

o Soltar el embrague muy lentamente, con una aceleración suave y constante para no embalar el motor y profundizar la rodada.

o No mover la dirección hasta que el vehículo este en movimiento.

o Si aun así se hunden las ruedas en la nieve, mover el vehículo hacia atrás y luego hacia adelante.

Las pendientes se deben subir:

o Lentamente y a velocidad sostenida.

o Con la marcha más alta posible, para evitar que las ruedas motrices patinen.

o Procurar mantener la misma marche en toda la pendiente, evitando los cambios.

Las pendientes se deben bajar:

o Lentamente y con una marcha corta, utilizando el freno motor y el freno de servicio lo imprescindible.

Para mejorar la visibilidad con nevada el conductor debe observar las mismas precauciones que en caso de lluvia intensa (luz antiniebla delantera o luz de corto o largo alcance, luz antiniebla trasera solo en caso de nevada intensa), y además habrá que añadir anticongelante al agua del lavaparabrisas, para que no se nos congele el agua que echemos al cristal.

EL HIELO

Hay que tener en cuenta, que la distancia de frenado cuando la calzada esta helada puede aumentar hasta 10 veces. Para quitar el hielo de los cristales del vehículo se debe arrancar el motor, encender todos los sistemas de calefacción y ventilación y utilizar un rascador o alcohol.

Encontrarse el vehículo con hielo es el primer aviso de que se puede encontrar hielo en la calzada y además con tiempo frío y húmedo son especialmente propensos los siguientes lugares:

- los húmedos

- los sombríos porque no les da el sol

- los badenes

- los lugares próximos a corrientes de agua

- los puentes, pasos elevados y lugares situados bajo ellos

Puede ser un indicio de la existencia de hielo cuando notamos la dirección del vehículo ligera, que flota, entre otras. Se pueden utilizar neumáticos para hielo o nieve. Solo se utilizaran en estas condiciones, ya que como tienen clavos dañan el pavimento. Los clavos son de acero especial y se colocaran en la banda de rodamiento de las 4 ruedas. Tienen sus cantos redondeados y no sobresalen de la superficie más de 2 milímetros.

EL VIENTO

Venga de donde venga afecta a la seguridad, sobre todo cuando cambia de dirección y resulta imprevisible:

o Cuando sopla de frente no suele ser peligroso, solo que aumenta la resistencia y el consumo.

o Cuando sopla de atrás sucede lo contrario, pero tampoco es peligroso.

o Pero cuando si es peligroso es cuando sopla de costado y dependerá de la fuerza con que lo haga. Puede provocar el vuelco del vehículo o su salida de la vía, por lo que deberemos:

- Reducir la velocidad y cuanto mayor sea la velocidad del viento, mas corta será la marcha a utilizar, y el peso del vehículo permitirá que este se agarre al suelo.

- Corregir las desviaciones que nos provoque sujetando el volante con firmeza pero sin rigidez y tirar de el contra el viento (si el viento sopla de la izquierda habrá que tirar hacia la izquierda y viceversa).

Pero lo peor es cuando el viento es rancheado o a ráfagas. Deberemos llevar las ventanillas cerradas para evitar que el viento lateral penetre y se arremoline en el habitáculo del vehículo, perdiendo así estabilidad y seguridad. Se hace aun menos aconsejable llevar baca. Cuando arrastremos un remolque debemos reducir aun más la velocidad. Cuando el remolque es más alto que el vehículo tractor, para que no actúe de freno, se coloca un deflector en el techo del tractor. Las motocicletas y ciclomotores se ven aun más afectados, por lo que deberán circular muy despacio.

SITUACIONES DE EMERGENCIA

ROTURA DE DIRECCIÓN

Es una situación que raramente se presenta, pero de hacerlo no suele ser en recta, sino tras un fuerte golpe, o tras someterla a gran tensión, etc. Aunque no pueda actuarse sobre ella, al ser reversible, el vehículo normalmente tendera a seguir una trayectoria recta, pero la actuación a seguir dependerá de la tendencia del vehículo:

- Si la tendencia es buena (recta o hacia una cuneta recta) iremos frenando suave y progresivamente para no desviar aquella.

- Si la tendencia es hacia un obstáculo peligroso y no da tiempo a frenar con el freno de servicio, se puede intentar desviar el vehículo con el freno de mano bruscamente, desembragando el motor e intentando ayudarse con el cuerpo, para que el derrape se produzca hacia el lado elegido.

Un trompo o derrape puede ser útil en determinadas circunstancias, pero contraproducente en otras, por lo que solo se utilizara en condiciones de extrema peligrosidad. Si el vehículo gira sobre si mismo, perderá velocidad, pero la inercia le impulsara a mantener una trayectoria análoga. La aceleración rápida con una marcha corta también puede modificar la trayectoria.

REVENTÓN DE UN NEUMÁTICO

Se produce un estallido y luego un fuerte tirón de la dirección hacia un lado y una inclinación del vehículo. Existen diferencias en el comportamiento del vehículo dependiendo de la rueda reventada y las características del mismo:

- Si el vehículo es de propulsión y la rueda reventada es trasera no será lo más peligroso, ya que con la dirección corregiremos la trayectoria, manteniendo la aceleración y una vez conseguida la trayectoria recta frenaremos progresivamente.

- Si es de propulsión y la rueda reventada es delantera, el vehículo tendera a dar bandazos. Con el acelerador intentaremos conseguir una trayectoria determinada pero el frenazo esta contraindicado, ya que la llanta se clavara en el suelo y actuara como un eje fijo sobre el que girara el vehículo.

- Si el vehículo es de tracción y la rueda reventada es trasera, será el mejor caso, porque aunque el conductor utilizara instintivamente el freno (la utilización brusca del freno no es aconsejable de ninguna forma), el peso se desplazara hacia delante, disminuyendo el rozamiento de la llanta.

- Si el vehículo es de tracción y la rueda delantera, es el peor caso. En ningún caso se tocara el freno y mantendremos el volante hacia el lado que se desplaza el eje trasero, intentando conseguir la trayectoria adecuada y después dejar detenerse el vehículo.

PERDIDA DE UNA RUEDA

Debido a una sujeción deficiente. Los sintamos son semejantes al reventón, pero mas bruscos, y los comportamientos a adoptar los mismos. Si la pérdida es delantera, no se frenara bruscamente para no sobrecargar la zona, debiendo girarse enérgicamente la dirección hacia el lado contrario.

INCENDIO

Se detendrá el vehículo lo antes posible y se evacuara. El agua en algunos casos puede agravar el incendio, aparte de que es difícil de encontrar. Lo mejor es un extintor, pero en su defecto pueden utilizarse mantas, tierra, etc. Cuando el fuego se produce en el motor no debe levantarse el capo antes de estar preparado para actuar, es decir, tener a mano algún medio de extinción, ya que lo único que se consigue es avivar el fuego. Si el fuego está próximo al deposito o si se ha elevado la temperatura con el tiempo, lo adecuado es abandonar el vehículo y alejarse lo mas posible de el, pues puede explotar, siendo necesario alertar a otros posibles usuarios de la vía.

VEHÍCULO DE FRENTE POR EL MISMO CARRIL

Tocaremos el claxon y haremos ráfagas con las luces para llamar la atención del conductor, no sea que este distraído o dormido. Si no reacciona, giraremos rápidamente a la derecha, aunque haya que salirse de la calzada, ya que cualquier maniobra, por peligrosa que sea, es preferible al choque frontal.

Pero cuando la colisión frontal sea prácticamente inevitable, pisaremos a fondo el freno y cerraremos la llave de contacto, para anular la posibilidad de un incendio. Nos echaremos a un lado para evitar el golpe contra el volante, pero no lo soltaremos, ya que quizá en el último instante se pueda evitar el choque. El pasajero delantero se tapara la cara con los brazos y se apoyara en el tablero de instrumentos. El cinturón de seguridad es la mejor protección para todos.

INMOVILIZACIÓN DE UN VEHÍCULO EN UN PASO A NIVEL

Si las barreras están subidas, colocar la 2ª, soltar el embrague y hacer funcionar el motor de arranque. Se consumirá parte de la batería, pero a arracadas se podrá salir lentamente. Si no se consigue, bajar del vehículo y solicitar ayuda para sacarlo de las vías.

Si se hubieran bajado las barreras, salir inmediatamente del vehículo y alejarse.

CAIDA DE UNA PERSONA DELANTE DE LAS RUEDAS DEL VEHÍCULO

Si las ruedas frenadas pasan por encima del cuerpo, será peor que si pasan rodando, por lo que no deberemos frenar en seco, o pisar el freno y luego levantar el pie al instante.

Los conductores expertos saben que no se debe pisar a fondo el freno en caso de reventón, patinazo y atropello.

DERRAPE

Se produce cuando las ruedas pierden la adherencia sobre el pavimento y el vehículo se desplaza lateralmente, sin poder controlarlo. De los 3 factores que intervienen (el conductor, el vehículo y la vía), es el conductor el mas culpable, por exigir del vehículo mas de lo que puede dar y además, una vez producido, tiende a agravarlo aun mas. Entre las causas del derrape mas frecuentes están:

o El uso inadecuado o brusco de los frenos, llegándose a bloquear también las ruedas traseras y que el vehículo gire sobre las delanteras.

o El manejo incorrecto del volante con velocidad inadecuada, cargándose el peso sobre la rueda delantera exterior y haciendo esta de anclaje produciéndose un derrape o deslizamiento.

o El uso brusco y excesivo del acelerador, sobre todo con velocidades cortas, patinando así las ruedas motrices en vez de impulsar al vehículo.

o Frenar durante el giro cuando los neumáticos están a punto de perder la adherencia.

o Velocidad excesiva con neumáticos desgastados, bajos de presión o calzada en mal estado.

Las actuaciones en caso de derrape son:

o Si se produce por exceso de frenada, hay que dejar de frenar.

o Si es un leve coleo:

- En los vehículos de tracción giraremos levemente hacia el mismo sentido en que se derrapa el eje trasero, sin dejar de acelerar para que las ruedas recuperen la trayectoria.

- Si el vehículo es de propulsión, levantar ligeramente el pie del pedal del acelerador.

Si el derrape es fuerte, como norma general:

o No frenar

o No desembragar

o Si el vehículo es de tracción, acelerar suavemente.

o Si el vehículo es de propulsión, levantar el pie del acelerador.

o Girar el volante hacia el lado que derrapan las ruedas traseras, pero no en exceso, ya que se puede producir un segundo derrape hacia el lado contrario y dar bandazos o producirse un trompo.

o Si el derrape es en el eje delantero, gira el volante hacia el lado contrario y se acelerara fuerte si el vehículo es de tracción y suave si es de propulsión.

o Si hubiese que rectificar la dirección de un lado a otro, los giros serán sucesivos y cada vez menores, hasta enderezar la dirección de manera gradual.

o Si el derrape es exclusivamente por exceso de aceleración, se levantara el pie (se de tracción o propulsión) y se moverá el volante según lo indicado.

los aspectos relacionados con el tema.